miércoles, junio 01, 2005

Tejidos Epiteliales

Los epitelios están formados por células poliédricas yuxtapuestas entre las cuales hay muy escasa sustancia intercelular, destacándose en esta última la ausencia de fibras. Los tejidos epiteliales se especializan en la realización de numerosas funciones: absorción, secreción, transporte, excreción, protección y recepción sensorial. Todas las sustancias que ingresan o egresan del organismo deben atravesar un epitelio.
El tejido epitelial se clasifica en epitelio de revestimiento y epitelio glandular.
1 - Epitelio de Revestimiento: las células se disponen formando láminas.
Clasificaremos a los distintos epitelios de revestimiento de acuerdo al número de capas y la forma de sus células.
Por el número de capas se agrupan en:
a) simples, una sola capa
b) estratificados, dos o más capas.
Las formas de las células pueden ser planas, cúbicas y cilíndricas.
a) Los epitelios simples pueden ser: Epitelio simple plano: se adapta a funciones de revestimiento y desplazamiento de las superficies entre sí; ej: revestimiento interno de los vasos sanguíneos y linfáticos. Epitelio simple cúbico: sus funciones más importantes son la absorción y secreción; Ej.: las células secretoras de numerosas glándulas, el revestimiento del ovario. Epitelio simple cilíndrico: sobresalen en él las funciones de absorción y secreción; Ej.: el revestimiento del tracto digestivo desde el cardias, en el estómago, hasta el ano.
b) Los epitelios estratificados se denominan según la forma de las células superficiales, pudiendo ser estratificados planos o escamosos, estratificados cúbicos y estratificados cilíndricos sin aludir a las formas celulares de los otros estratos.
Epitelio estratificado plano: se adapta a funciones de protección como por ejemplo la piel.
Epitelio estratificado cilíndrico: tiene funciones de protección, es poco común; a este tejido se lo encuentra, por ejemplo en pequeñas zonas de la faringe.
Epitelio estratificado cúbico
2 - Epitelio Glandular: lo constituyen aquellas células o asociaciones de células especializadas para la secreción de sustancia que se encuentran formando las glándulas que pueden ser uni o pluricelulares.
Por el lugar donde vierten la secreción se las denomina endocrinas o exocrinas. Las endocrinas vierten su producto en el torrente circulatorio. Las exocrinas vierten la secreción en cavidades o en la superficie corporal directamente o por medio de conductos excretores especiales.
Por su modo de secreción se distinguen tres clases de glándulas: merócrinas, apócrinas y holócrinas.
Las merócrinas liberan el producto de secreción a través de la membrana plasmática, conservándose la integridad de las células. Las glándulas apócrinas son aquellas en las cuales se elimina el citoplasma apical junto al producto secretorio, siendo la célula capaz de restaurar la continuidad de la membrana plasmática sobre el citoplasma y volver a producir gránulos secretorios. Por ejemplo la glándula mamaria. En la secreción holócrina, la célula en su totalidad se vierte en la secreción con la consiguiente destrucción de la célula. Por ejemplo las glándulas sebáceas.
Por el número de células que las constituyen se las clasifica en: unicelulares o pluricelulares.
Las glándulas sudoríparas están situadas en la dermis y constan de largos y delgados tubos, cerrados por el extremo inferior, donde se apelotonan, formando un ovillo. Por los poros que se abren al exterior segregan el sudor líquido, de sabor salado y de constitución parecida a la de la orina.

TEJIDOS

Se denomina tejido a la agrupación de células con una estructura determinada que realizan una función especializada, vital para el organismo. Los tejidos animales adquieren su forma inicial a partir del óvulo fecundado. A medida que las células se van diferenciando, determinados grupos de células dan lugar a unidades más especializadas para formar órganos que se componen, en general, de varios tejidos formados por células con la misma función. Normalmente las células se unen entre sí de diversas maneras para constituir una unidad de orden superior: el tejido, en el cual un grupo de células de la misma especialización se distinguen por sus funciones especiales.
Diferenciación: las células que forman los distintos tejidos de un organismo pluricelular suelen presentar diferencias muy notables en estructura y función. Las diferencias entre una célula nerviosa, una célula hepática (del hígado) y un eritrocito (glóbulo rojo) de un mamífero, por ejemplo, son tan extremas que cuesta creer que todas ellas contengan la misma información genética. Como todas las células de un animal o vegetal se forman a través de divisiones sucesivas de un único óvulo fecundado, casi todas ellas tienen la misma información genética. Se diferencian unas de otras porque sintetizan y acumulan juegos distintos de moléculas de ARN y proteínas sin alterar la secuencia del ADN. Este proceso, llamado diferenciación, se basa en la activación y desactivación selectiva de genes en una sucesión programada. Estos cambios orquestados de las características celulares suelen ser irreversibles, de modo que una célula nerviosa humana no puede transformarse en leucocito ni volver al estado de división rápida característico de las células embrionarias inmaduras de las que procede.
La Histología es la parte de la Medicina y de la Biología que estudia los tejidos. Entre las células que componen un tejido existe habitualmente una cantidad variable de sustancia intercelular o cemento de unión, segregada por las mismas células y con características bien definidas, de gran difusibilidad y por lo general rica en mucopolisacáridos.
En algunos tejidos la cantidad de cemento es mínima y las células están en íntimo contacto unas con otras (tejido epitelial). En otros tejidos, la cantidad de sustancia intercelular es máxima y líquida y las células están separadas entre sí (plasma sanguíneo). Entre ambos extremos hay tejidos con características intermedias (tejido cartilaginoso y tejido óseo). Se distinguen cinco tejidos básicos: epitelial, conectivo o conjuntivo, muscular, nervioso y sanguíneo. Los distintos tejidos se combinan para formar unidades funcionales superiores llamadas órganos. Estos a su vez se integran en unidades funcionales mayores que son los aparatos o sistemas. Se habla de sistemas cuando la estructura de dichas unidades está formada fundamentalmente por un tejido, como sucede en el sistema nervioso. En caso contrario se los denomina aparatos. Sin embargo, en algunos casos se usan ambas denominaciones, como sucede con el aparato o sistema circulatorio.